Psicóloga: Trastornos Sexuales
Según la Psicóloga, La sexualidad en el ser humano debe analizarse, abordarse, asimilarse y asumirse como un conjunto de aspectos y circunstancias inherentes al ser humano, y es que no es correcto abordarla como una conducta meramente instintiva, puesto que comprende aspectos tales como: componentes biológicos, psicológicos, sociales, culturales y antropológicos, que la convierten en un universo propio del ser humano.
La sexualidad es un aspecto central del ser humano, presente a lo largo de toda su vida
Psicóloga: Definición de Sexualidad
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) “la sexualidad es un aspecto central del ser humano, presente a lo largo de su vida, el cual abarca el sexo, las identidades y los papeles de género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la orientación sexual.
Se vivencia y se expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas, papeles y relaciones interpersonales. La sexualidad puede incluir todas estas dimensiones, no obstante, no todas ellas se vivencian o se expresan siempre. La sexualidad está influenciada por la interacción de factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos, políticos, culturales, éticos, legales, históricos, religiosos y espirituales” (OMS, 2006).
Ahora definamos entonces los trastornos sexuales: según las categorías contempladas en el DSM-5, (clasificación norteamericana: American Psychological Association= APA), publicado en 2014, el cual es el manual más utilizado en psicología a nivel mundial.
Según la Psicóloga: El Trastorno de la identidad sexual
El DSM-IV considera tres grupos en esta categoría y diagnóstica:
- Trastornos de la identidad sexual
- Parafilias
- Disfunciones sexuales
El Trastorno de la identidad sexual:
Ello comprende la incongruencia entre el sexo anatómico y la identidad sexual. El cual no es otra cosa que, tener conciencia de “ser un hombre” o “ser una mujer”.
Es este grupo consideramos pertinente hacer una aclaración de forma y es que, La CIE 10 (Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas Relacionados con la Salud 10), considera tres trastornos diferentes en este grupo: el trastorno de la identidad sexual en la infancia, el travestismo no fetichista y el transexualismo. y en el DSM-IV, estas tres entidades están reunidas en una misma categoría denominada trastorno de la identidad sexual.
Cuatro aspectos para tener presentes, al momento de dar un diagnóstico enmarcado como Trastornos de la identidad sexual:
Aspecto 1: Se evidencia que el individuo se identifica de un modo intenso y persistente con el otro sexo, los niños generalmente manifiestan cuatro o más de los siguientes rasgos:
- Reiterado deseo e insistencia en que es del sexo contrario. Anhelo constante de vestirse con los patrones propios del sexo opuesto
- Cambios de rol persistentemente y fantasías recurrentes de pertenecer al otro sexo, incluyendo juegos y pasatiempos del sexo contrario
- Evidente preferencia por compañías del sexo opuesto
En los adolescentes y adultos, el trastorno se manifiesta por síntomas tales como:
- Deseo intenso de pertenecer al otro sexo, lo que se revela por un afán de adoptar el rol del otro sexo o de adquirir su aspecto físico, mediante tratamiento hormonal o quirúrgico
- Necesidad de ser tratado como si fuese del sexo opuesto
- Convicción de ser del sexo contrario
Aspecto 2: Rechazo confirmado por el sexo o rol asignado, rechazo o repulsión por sus órganos sexuales
Aspecto 3: No podrán ser diagnosticado bajo trastorno de la identidad sexual quien padezca simultáneamente patologías intersexuales tales como: el síndrome de insensibilidad a los andrógenos o una hiperplasia suprarrenal congénita
Aspecto 4: El trastorno debe ser lo suficientemente significativo, para que clínicamente sea diagnosticado, ello comprende inhibición o incapacidad para continuar con el estilo de vida tal y como se conoce.
El DSM-IV incluye la categoría Trastorno de la identidad sexual no especificado; en casos propios que no han podido ser clasificados como un trastorno de la identidad sexual específico, tales como:
- Patologías intersexuales tales como el síndrome de insensibilidad a los andrógenos y disforia sexual concomitante
- Conducta travestista transitoria relacionada con el estrés
- Preocupación continua por la castración o la penectomía, sin deseo de adquirir las características sexuales del otro sexo
Parafilia:
Se define como la necesidad de imaginar o ejecutar actos inusuales o extravagantes con carácter de necesarios para obtener excitación sexual, los cuales encierran circunstancias tales como:
- Preferencia por el uso de objetos sexuales no humanos para alcanzar la excitación sexual
- Actividad sexual repetitiva, que proporciona sufrimiento y humillación no simulada
- Actos sexuales con niños o personas que no consienten
Dado que la parafilia es conducida por fines de exhibicionismo sexual, El DSM-IV considera ocho conductas más, dentro del rango de la parafilia, más una categoría excedente, las cuales comprenden:
Exhibicionismo, Fetichismo, Frotteurismo, Paidofilia, Masoquismo Sexual, Sadismo Sexual, Voyeurismo, Fetichismo travestista. También hacen parte de la lista las parafilias no especificadas: escatología telefónica: (llamadas obscenas) necrofilia: (cadáveres) parcialismo: (atención centrada exclusivamente en una parte del cuerpo) zoofilia: (animales) coprofilia: (heces) klismafilia: (enemas) urofilia: (orina)
Disfunciones sexuales:
Por lo general se caracterizan por alguna perturbación del deseo sexual, generada por cambios psicofisiológicos en alguna de las fases de la respuesta sexual, acompañado de un sentimiento de malestar y las dificultades propias de la comunicación en las relaciones interpersonales
El DSM-IV considera siete categorías de disfunción sexual:
- Trastornos del deseo sexual
- Trastornos de la excitación sexual
- Trastornos del orgasmo
- Trastornos sexuales por dolor
- Disfunción sexual debida a una enfermedad médica
- Disfunción sexual inducida por sustancias
- Disfunción sexual no especifica
Una vez se este diagnosticado, lo adecuado es comenzar el procedimiento pertinente, el cual por lo general comprende tratamiento médico o quirúrgico, farmacológico y psicológico, dicho tratamiento se asignará mediante evaluación que así lo indique.