Psicólogo Infantil: Cómo Instruir a Los Niños Para Que No Hostiguen a Los Demás
Psicólogo Infantil: Entendemos que ser el padre o el responsable de un niño que es el hostigador o hace parte integrante del grupo de los niños que hostigan a sus compañeros de clase, puede resultar abrumador y hasta preocupante, y la realidad de tan lamentable contexto es que es sumamente delicado, dado que por un lado un niño y una familia completa, están padeciendo los vejámenes que un niño indolente está ejerciendo sobre ellos.
Y por otro lado y no menos importante, se encuentra el daño que causa sobre la formación del abusador, dado que, ello puede dar lugar a una conducta antisocial mucho más agresiva, e interferir en su desempeño no solo en la escuela, sino también en todo cuanto emprenda, incluyendo su vida de adulto, y que decir de su capacidad para entablar y sostener amistades sanas y fructíferas.
Consejo del Psicólogo: Al buscar los factores que influyen en la conducta de su hijo, considere primero qué sucede al interior del hogar
Ahora bien, sabemos que los niños que ejercen presión y dañan física o verbalmente a otros, generalmente no lo comunican o comparten en sus casas, dado que es un comportamiento negativo, lo cual en su esencia esta mal visto y por ende tienden a ocultarlo, y es que es apenas obvio puesto que, quien hace daño a los demás no lo anda comunicando en su entorno.
Por lo antes expuesto es que, quien esta a cargo de los mejores, bien sea sus padres o/y cuidadores, deben en todo momento estar atentos al comportamiento, manera de expresarse y de afrontar cualquier circunstancia de los pequeños, dado que solo de esta manera puede notar las anomalías comportamentales, las cuales muy probablemente estén decantando en infringir daño a los demás.
El Psicólogo Infantil indica cuáles son las señales a fin de poder interpretar el comportamiento de un niño hostigador
Es claro que los primeros años de vida del ser humano, suelen ser determinantes para aprender de sus padres y cuidadores; el respeto por los demás y el entorno, el amor, los valores intrínsecos de la sociedad y de las personas, el valor de la vida, la familia y de las cosas no tangibles, el ponerse en el lugar de otro, el saber y entender que el bien general prima sobre el particular y en fin, todo aquello cuanto compone el aprendizaje de los valores que solo se aprenden en casa, los cuales se reafirman en la escuela años después y se ponen a prueba en sociedad.
Según el Psicólogo Infantil, es claro que no todos los niños tienen la valiosa oportunidad de obtener dicho aprendizaje de sus padres, toda vez que provienen de familias disfuncionales y/o padres ausentes, por ello nunca tendrán como fortalecer su personalidad de los valores que se inculcan en casa al calor de un hogar funcional.
Cabe aclarar que, en muchas familias disfuncionales, los gritos, el maltrato y las malas palabras son absolutamente cotidianos y por ende están normalizados y como es apenas lógico los niños que se desenvuelven en dicho entorno, replicaran en sociedad aquello negativo que han aprendido en casa, dado que no solo lo bueno se aprende, es natural que lo negativo este en primera línea de aprendizaje.
Ahora bien, es claro que no solo los hogares disfuncionales son el escenario propicio para que se formen niños hostigadores, dado que el aspecto biológico puede inferir directamente en un comportamiento rudo, por ello entonces es posible que estos niños necesiten ayuda para aprender a manejar y canalizar la ira, el daño, la frustración u otras emociones fuertes, dado que, detrás de ello puede estarse enfrente a múltiples causas que requieren tratamiento profesional.
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Otro aspecto a tener presente es la permisividad y la falta de corrección, las cuales no necesariamente se desprende de hogares disfuncionales, ello implica única y exclusivamente la falta de corrección e instrucción de quien está a cargo del menor, quiere decir entonces que, son menores que gozan de la presencia de sus padres y al interior de su hogar existen lazos fuertes de amor y buen trato, pero dichos padres son absolutamente permisivos y no niegan nada a sus hijos, ejemplo de ello es la cultura de no decir a sus hijos “NO”, o endiosarlos y hacer de ellos unos verdaderos ídolos a los cuales no se pueden corregir, y por ende no permite ningún tipo de corrección a ellos.
Es pues lo anterior una razón clara para entrar a determinar los contextos familiares en que se forman y fomentan mayormente los hostigadores del curso, ahora bien, en cuanto a su comportamiento y expresión de ellos se puede esperar: gritos, irritabilidad, golpes a objetos, maltrato físico y verbal, sensación de ser autosuficientes, aspectos desafiantes y violentos, berrinches, exigencias, indolencia, bajas notas, complejo de superioridad, son dados a creer que se merecen todo y que todos deben servirles, entre muchos otros aspectos.
Una vez detectado que se esta frente a un niño abusador u hostigador, el primer paso es poner en conocimiento a las directivas del colegio y a los docentes, ellos deberán contactar los padres de los niños abusados, y seguir el conducto regular, aunado a ello deberá hablar con el menor hostigador, haciéndolo consiente del daño que esta causando y dejando claro que, no se le permite bajo ningún pretexto el continuar ejerciendo dicho maltrato, en este momento comienza la tarea para los padres o cuidadores quienes deben de estar al tanto de lo que hacen sus hijos, enseñar a los niños a ser respetuosos y amables con los demás, fomentar el buen comportamiento y ser un buen ejemplo.
Con los días deberá hacer seguimiento al comportamiento de su hijo, el cual deberá estar avalado por las directivas del colegio, dado que lo esperado es que el hostigamiento verdaderamente haya cesado, ahora bien como estamos frente a patrones dañosos se debe buscar ayuda profesión en salud mental, a fin de tratar el problema de raíz, pero es fundamental el tener presente que la responsabilidad de que verdaderamente el maltrato a los demás niños pare es de los padres o responsables del niño agresor.