Psicólogo Infantil: El Trastorno Negativista Desafiante
Psicólogo Infantil: Por lo general la infancia y la adolescencia son el escenario propicio para reflejar patrones complejos de irascibilidad, irritabilidad, refutar de todo cuanto se presenta en la cotidianidad, buscar y apropiarse de espacios específicos para generar cualquier desavenencia que decante en berrinches, discusiones, rebeldía, indisciplina y por consiguiente todo aquello que comprenda zonas comportamentales negativas de la conducta, lo cual refleja patrones normales que componen dicha etapa.
Lo realmente preocupante y delicado, es cuando este tipo de conductas se apropian de los patrones cotidianos de los menores, y por consiguiente comienzan a reflejarse de manera demarcada en su personalidad, convirtiéndolos en niños realmente difíciles de tratar y de orientar, dado que sus hábitos son tan negativos que el hecho de querer hacer algún tipo de intervención en ellos puede resultar un tanto frustrante, tanto para sus padres como para cualquier figura de autoridad que desee intervenir en ello.
El psicólogo infantil es un profesional especializado en ayudar a los niños a enfrentar y superar problemas emocionales, conductuales y de desarrollo. Pueden trabajar con niños que experimentan problemas como ansiedad, depresión, problemas de comportamiento, trastornos del aprendizaje, dificultades de relación social, traumas, entre otros. El objetivo principal del psicólogo infantil es ayudar a los niños a desarrollar habilidades y herramientas emocionales para que puedan crecer sanos y felices.
La conducta negativa en estos pequeños resulta ser tan delicada que se puede identificar en ellos, aspectos tan dañosos como, rasgos desafiantes, donde no se encuentra el más mínimo respeto por los padres, tutores, docentes y educadores, lo cual incluye cualquier figura de autoridad, ello incluye además los abuelos, los tíos, hermanos y en general todo aquel que se encuentre en su mismo espacio.
Y es que, dicha conducta alcanza a ser tan severa que, puede llegar a convertirse en un patrón propio del trastorno negativista desafiante, dado que dentro de dicho trastorno, los pequeños no obedecen las normas y reglas a las que se deben sujetar todas las personas, de acuerdo en el espacio de tiempo y lugar donde se encuentren, lo que a su vez los convierte en menores desafiantes y problemáticos y en algunos casos los torna en personas desadaptadas, puesto que son incapaces de adaptarse y aceptar el entorno al cual pertenecen, y ello incluye, la familia, la escuela y por supuesto la sociedad.
Psicólogo Infantil
Ahora bien, los padres o responsables de un menor cuya conducta denote demarcados rasgos negativos y a su vez desafiantes, debe en todo momento buscar ayuda de médicos tratantes, profesionales de salud mental y en general de expertos en desarrollo infantil, puesto que dichas conductas y claramente hábitos, son de difícil manejo, lo que hace que el menor constantemente se encuentre abocado a hacer parte de perturbadores conflictos que desafortunadamente van marcando la personalidad del adulto del mañana.
Y es que, de no tratar el niño con trastorno negativista desafiante, de una manera adecuada y en el momento oportuno, el trastorno va afincándose de manera casi que permanente en los rasgos de su personalidad, lo que puede llegar a decantar en un adulto, problemático, irascible, indolente, malhumorado, malgeniado, violento y en general llevarlo a poseer todas aquellas actitudes que componen una personalidad negativista, dado que nos encontramos de frente a un real trastorno de salud mental, donde posiblemente se puedan evidenciar otros tantos trastornos que coadyuven el ya detallado.
Cabe mencionar que en ocasiones es normal encontrar en el comportamiento de los menores, elementos de fuerza que componen su personalidad, por lo que no es raro evidenciar niños de carácter fuerte y determinante, o elementos temperamentales y emocionales tan demarcados que no refieren el poder diagnosticar con facilidad el trastorno negativista desafiante, dado que se pueden revestir de elementos como la rebeldía, o falta de dirección y corrección temprana por parte de sus padres o cuidadores, o como ya se expresó, podríamos estar frente a patrones propios de la edad.
Por lo que se hace necesario como padres o responsables del menor, el aprender o desarrollar habilidades que le permitan identificar los signos de alarma de cara a un trastorno negativista desafiante, por lo que a continuación, estaremos enlistando los principales síntomas.
Signos de Alarma del Trastorno Negativista
Uno de los inequívocos signos de alarma del trastorno negativista es la edad en que se comienza a evidenciar, dado que ello por lo general comienza en la edad temprana, ello es en los primeros años de vida, justo cuando comienzan a cursar el preescolar, en ocasiones el trastorno negativo desafiante puede presentarse algunos años más adelante, pero raramente después de la adolescencia, es de mencionar que este tipo de conductas en los menores tarde o temprano resultan menoscabando la armonía del hogar y todo lo negativo que ello trae consigo, causando así mismo un deterioro importante en su desempeño académico, social y por consiguiente laboral.
Según el Psicólogo Infantil: El trastorno negativista es un trastorno de conducta que afecta a niños y adolescentes, y se caracteriza por un patrón persistente de comportamiento negativista, desafiante y hostil hacia figuras de autoridad.
Algunos signos de alarma del trastorno negativista pueden incluir una actitud desafiante o de oposición persistente, rechazo a seguir reglas o cumplir con deberes, irritabilidad y enojo frecuentes, discusiones constantes y culpa a otros por sus propios errores.
Si se sospecha que un niño puede estar experimentando trastorno negativista, es importante buscar ayuda de un profesional de la salud mental para una evaluación y tratamiento adecuados.
Ahora bien, en este punto se hace necesario indicar que los criterios para diagnosticar el trastorno negativista desafiante fueron indicados y a su vez destacados por el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, DSM-5, (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders DSM-5), publicado por la American Psychiatric Association (Asociación Estadounidense de Psiquiatría), dichos criterios comprenden igualmente signos o síntomas no solo comportamentales sino también emocionales, los cuales deben evidenciarse por lo menos en un periodo de seis meses de manera ininterrumpida, lo que indica que no son comportamientos o sentimientos aislados o propios de una situación en concreto.
- En cuanto al estado de ánimo se evidencian patrones demarcados de irritabilidad y airamiento, frente a todo y todos, por lo que es común encontrar menores que con facilidad pierden los estribos y el respeto frente a los demás, incluido en ello la autoridad más representativa para ellos, generalmente son irascibles, por lo que constantemente están respondiendo de una manera hostil, ante cualquier circunstancia
- De cara a la conducta argumentativa y desafiante, se tiene que, frente a todo y todos, su comportamiento refiere discusiones, queriendo con ello anteponer su voluntad ante cualquier circunstancia, son desobedientes, no siguen las reglas, se niegan a cumplir los pedidos y mandatos de los adultos, molestan y alteran a las personas a su alrededor de manera intencional, mienten y culpan a los demás por su mal comportamiento y de sus claramente sus errores
- En sus emociones se evidencian rasgos de rencor y/o negativismo, lo que indica sin lugar a equívocos que los menores de frente a este trastorno, claramente demarcaran un comportamiento en el adulto del mañana no solo inadecuado, sino también delicado tanto para su vida, como para la sociedad de la cual hace parte
Es de resaltar que el trastorno negativista desafiante, por lo general comienza en casa, pero con los días se puede extender al resto de los entornos como la escuela, la sociedad y su núcleo de amistades, aunado a ello debe indicarse que, los niños que padecen este trastorno, por lo general se sienten cómodos y tienden a victimizarse, lo que claramente termina agudizando el cuadro, por ello ate un comportamiento disruptivo y poco adaptativo extendido en el tiempo, lo ideal es busca la ayuda de un psicólogo o de un psiquiatra infantil con pericia en problemas de conducta disruptiva
Causas del Trastorno Negativista
Frente a las causas, no se puede establecer un patrón que efectivamente decante en el trastorno negativista desafiante, pero en ello se evidencian factores coadyuvantes como la genética donde confluyen, la habilidad o el temperamento natural del menor y las posibles diferencias neurobiológicas en la manera en que funcionan los nervios y el cerebro, y en segundo lugar, sin lugar a duda su entorno, donde evidentemente la falta de control de quienes están a su cargo, los problemas del hogar, abuso, descuido, mal trato y en general la falta de dirección, terminan reflejando malos y negativos hábitos en el menor.
El trastorno negativista es un trastorno de conducta complejo y multifactorial, lo que significa que puede ser causado por una variedad de factores.
Algunas de las causas comunes del trastorno negativista pueden incluir factores genéticos y biológicos, experiencias traumáticas o estresantes en la infancia, problemas familiares y falta de habilidades sociales y emocionales adecuadas.
Además, la exposición a modelos negativos de comportamiento y un ambiente familiar caótico pueden aumentar el riesgo de desarrollar trastornos de conducta como el trastorno negativista.
Es importante recordar que cada niño es único y que las causas subyacentes del trastorno negativista pueden variar de un niño a otro.
Psicólogo Infantil: Como se mencionó al comienzo de este articulo los niños y adolescentes con trastorno negativista desafiante también pueden padecer otros trastornos de salud mental, entre los que se encuentran: trastorno por déficit de atención e hiperactividad, trastorno de la conducta, depresión, ansiedad y trastornos del aprendizaje y de la comunicación, entre algunos otros propios de cada proceso.
Entre a los factores de prevención, puede decirse que no existe una fórmula mágica que evite el trastorno negativista desafiante, pero lo que sí es claro es que una crianza positiva, que refleje amor, cuidado y dirección evidentemente marca una diferencia en el propósito y proyecto de vida del menor, aunado a ello, ante la patología el tratamiento temprano pueden ayudar a mejorar el comportamiento y a evitar que la situación empeore, puesto que mientras más temprano se controle el trastorno, la situación será mucho mejor.