La psiquiatría general es la que suele tratar, por norma general, con adultos que presentan algún tipo de patología mental severa. Trastornos del estado del ánimo como depresión o bipolaridad, problemas de ansiedad y fobias y trastornos psicóticos suelen ser el principal motivo de consulta. Los tratamientos psiquiátricos, por lo tanto, pueden dividirse en dos grandes tipos: los biológicos, que pueden incluir el suministro de medicinas y la aplicación de electroshock para actuar en la bioquímica del cerebro, y los psicoterapéuticos, que apelan a las técnicas de la psicología.
La psiquiatría cuenta con varias subespecialidades, como la psicopatología (que estudia los procesos que pueden llevar a la insania mental), la psicofarmacología (dedicada al análisis de los efectos de los fármacos en los tratamientos conductuales, emocionales o cognitivos) y la sexología (el estudio esquemático de la sexualidad humana).
Se conoce como antipsiquiatría al conjunto de teorías y posturas que consideran que la psiquiatría tradicional no es beneficiosa ya que utiliza conceptos médicos inadecuados, está vinculada a los intereses económicos de las farmacéuticas, estigmatiza a sus pacientes e incluso trata a las personas contra su propia voluntad.
Nuestros profesionales tiene como principal función el evaluar, diagnosticar y tratar la presencia de diferentes trastornos psiquiátricos con el fin de generar una recuperación del sujeto y una mejora en su calidad de vida. Cómo médicos que son, tienen la facultad de prescribir y recetar psicofármacos. El tratamiento que ofrecen generalmente es farmacológico o médico, si bien han de tener en cuenta los factores psicológicos que median en la vivencia del trastorno