Psiquiatra: Prevención del Suicidio

Entre las causas que se pueden evidenciar, se encuentran aspectos tan relevantes como la manera de percibir y afrontar los problemas de cada persona, por lo que podría decirse que es algo subjetivo, como ya se indicó, y es que, los pensamientos suicidas pueden ser el resultado de sentimientos que definitivamente no se pueden afrontar, puesto que, al momento en que se presenta una situación altamente calamitosa en la vida de una persona, su propia capacidad de resolver y enfrentar los problemas entra en interacción con las decisiones y acciones que se toman, lo cual puede ser altamente contraindicado para su vida misma. 

Ahora bien, dentro de las causas no puede dejarse de lado la predisposición genética, puesto que es amplio el rango estadístico que, indica que, en un alto número de personas que cometen suicidio o que tienen pensamientos o conductas suicidas suelen tener antecedentes familiares de suicidio. 

Otro aspecto fundamental que también puede llegar a incidir en las personas que cometen suicidio o que su conducta y pensamientos los lleva a dichos actos, son las afecciones mentales de base que los perturban directamente, cabe indicar que, un muy alto porcentaje de las personas que mueren a causa de un suicidio sufren una enfermedad mental diagnosticada en el momento de su muerte, y es que, casi todas las enfermedades de la salud mental están asociadas a un mayor riesgo de suicidio. 

Dentro de esas enfermedades mentales a las cuales se les puede atribuir las evidentes causales de suicidio o su conducta suicida se encuentra: 

• La depresión 
• Trastorno bipolar 
• El trastorno de ansiedad  

• La esquizofrenia 
• Trastorno límite de la personalidad 
• Trastorno de personalidad antisocial 

Ahora bien, las patologías mentales que suelen presentar sintomatología con rasgos de impulsividad, agresividad o comportamiento violento, tienen mayor probabilidad de arrojar a quienes las padecen a cometer actos de suicidio, dado que, refieren muy baja tolerancia a la frustración y tienden a reaccionar al estrés de manera impulsiva y por demás explosiva, lo que a veces conlleva autolesiones o comportamientos agresivos. 

Las enfermedades o trastornos médicos también son responsables de un gran número de suicidios o la ejecución de conductas suicidas a nivel mundial, entre ellas se encuentran el diagnóstico de algunas enfermedades crónicas, el cáncer, la diabetes, la esclerosis múltiple, y determinadas infecciones entre otras, aunado a ello  algunos padecimientos, como el sida, la epilepsia del lóbulo temporal y los traumatismos craneoencefálicos que logran afectar directamente el funcionamiento cerebral de las personas y, por lo tanto, aumentar el riesgo de suicidio o de cometer algún acto suicida.