Déficit Atencional - El Trastorno Por Déficit De Atención/Hiperactividad (TDAH)
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es un trastorno mental que comprende una combinación de problemas persistentes, como dificultad para prestar atención, hiperactividad y conducta impulsiva
El tratamiento del TDAH en adultos incluye medicamentos, asesoramiento psicológico (psicoterapia) y tratamiento para cualquier afección de salud mental que se presente junto con el TDAH.
El trastorno por déficit de atención/hiperactividad (TDAH), por lo general se presenta desde la infancia de los individuos y genera dificultades a lo larga de la vida de quien lo padece, dado que es un síndrome clínico, que se caracteriza por un patrón persistente de desatención y/o hiperactividad-impulsividad, dicha condición clínica está agrupada en tres subtipos: predominantemente desatento, predominantemente hiperactivo-impulsivo y mixto.
Tal como lo habíamos expresado arriba, dicho trastorno puede afectar a quienes lo padecen en variados escenarios de sus vidas, infiriendo lamentablemente en los aspectos profesionales, académicos, social y personal entre otros, algunos estudios lo consideran, mucho más que un trastorno y lo catalogan como un síndrome de dimensiones mayores.
No hay duda que el TDAH es un cuadro orgánico, con origen en deficiencias anatómico-biológicas que afectan preferentemente a ciertas estructuras cerebrales el cual no afecta exclusivamente a los humanos. En seres del reino animal pueden observarse comportamientos similares en especies tales como; caballos, toros, perros, gatos, monos y entre otros. Pero la realidad es que dicha situación clínica debe de ser tratada como tal y se le debe prestar especial atención, dado que son variados los aspectos que confluyen. O múltiples circunstancias no tan positivas en las que dicha condición puede decantar.
No se sabe exactamente cuál es la causa del TDAH. Existe una tendencia familiar, de modo que puede haber factores genéticos. Algunos elementos ambientales también pueden influir, pero la literatura señala que, es el resultado de una serie de condiciones biológicas, psicologías, interpersonales y ambientales que desequilibran la capacidad eléctrica del cerebro de dirigir libremente la atención, dicho desequilibrio impide mantener la atención focalizada ocasionando una sobrecarga eléctrica que produce impulsividad y mucho movimiento.
A continuación, estaremos mencionando algunos o bien los más comunes síntomas del déficit de falta de atención, cabe aclara que estos síntomas deben perdurar por mas de 6 meses para poder enmarcarlo como TDAH:
- A menudo no logra prestar adecuada atención a los detalles o comete errores por descuido en las actividades escolares, en el trabajo o en otras actividades.
- Tiene problemas para mantener la atención en tareas o actividades recreativas.
- No escucha cuando se le habla directamente.
- No cumple las instrucciones y no logra completar las actividades escolares, las tareas del hogar o las responsabilidades del lugar de trabajo perdiendo la concentración y se desviándose del objetivo inicial
- tiene problemas para organizar tareas y actividades.
- evita, le disgustan o se niega a hacer tareas que requieren realizar un esfuerzo mental durante un periodo prolongado (como las actividades o las tareas escolares).
- pierde cosas necesarias para las tareas y actividades, tales como: materiales escolares, lápices, libros, herramientas, billeteras, llaves, papeles, anteojos, teléfonos celulares
- se distrae con facilidad.
- se olvida de las cosas durante las actividades diarias.
Ahora analicemos los rasgos propios de la Hiperactividad e impulsividad, los cuales también deben permanecer en el individuo por un periodo mayor a seis meses al punto que son perjudiciales e inapropiados para el nivel de desarrollo de la persona:
- se mueve nerviosamente o da golpecitos con las manos o los pies, o se retuerce en el asiento.
- deja su asiento en situaciones en las que se espera que se quede sentado.
- corre o trepa en situaciones en las que no es adecuado (en adolescentes o adultos puede limitarse a una sensación de inquietud).
- no puede jugar o participar en actividades recreativas de manera tranquila.
- se encuentra “en movimiento” y actúa como si “lo impulsara un motor”.
- habla de manera excesiva.
- suelta una respuesta antes de que se termine la pregunta.
- le cuesta esperar su turno.
- interrumpe a otros o se entromete (p. ej., se mete en conversaciones o juegos).
Cuando consultar al médico
Una evaluación completa realizada por un profesional capacitado es la única manera de saber con seguridad si su hijo padece de TDAH. El tratamiento puede incluir medicinas para controlar los síntomas, terapia o una combinación de ambos. La estructura del hogar y la escuela también son importantes. El entrenamiento para los padres también puede ayudar.
Los síntomas a veces disminuyen con la edad. Sin embargo, algunas personas nunca superan por completo sus síntomas de TDAH. Pero pueden aprender estrategias para tener éxito.
Aunque el tratamiento no cura el TDAH, puede ayudar mucho con los síntomas. El tratamiento comúnmente involucra medicamentos e intervenciones conductuales. El diagnóstico y tratamiento tempranos pueden hacer una gran diferencia en el resultado
Si te preocupa que tu hijo muestre signos de TDAH, consulta con su pediatra o con el médico de familia. Es posible que el médico te derive a un especialista, como un pediatra del desarrollo y el comportamiento, un psicólogo, un psiquiatra o un neurólogo pediátrico, pero es importante que primero se realice una evaluación médica para detectar otras posibles causas de las dificultades de tu hijo.