Terapia Dialecto Conductual
La Terapia Dialecto Conductual DBT está diseñada para ayudar con la inestabilidad emocional extrema que los médicos llaman desregulación
Es un programa intensivo y altamente estructurado que ha sido adaptado específicamente para adolescentes con inestabilidad emocional extrema, incluyendo autolesión e ideación suicida
La Terapia Dialéctico Conductual es un tratamiento que une las terapias centradas en el cambio del comportamiento con la filosofía dialéctica y prácticas del budismo Zen. En la década de los 90 del S.XX la doctora en psicología Marsha Linehan desarrolló la DBT para facilitar el tratamiento de pacientes con riesgo suicida por su alta inestabilidad emocional e impulsividad
La terapia dialéctica conductual (DBT, por sus siglas en inglés) es un programa intensivo y altamente estructurado que ha sido adaptado específicamente para adolescentes con inestabilidad emocional extrema, incluyendo autolesión e ideación suicida. Creado por la necesidad de ayudar a la creciente problemática de personas jóvenes o adolescentes que se sienten incomprendidos, con trazas en su comportamiento desadaptadas dado que no logran adaptarse a la sociedad, a la familia y al sistema que por derecha les corresponde.
Dicho programa se compone así: la parte “dialéctica” en la DBT significa que la terapia funciona al tratar con dos cosas a la vez que pueden parecer contradictorias: la aceptación de los sentimientos (concienciación reflexiva) y aprender a usar el pensamiento para cambiar los sentimientos (CBT).
El tratamiento con DBT está diseñado para ayudar con la inestabilidad emocional extrema, lo que los médicos llaman “desregulación”: la incapacidad para controlar las emociones intensas. La desregulación conduce a comportamientos impulsivos, autodestructivos o autolesionantes.
Como objetivo de la terapia dialéctica conductual (DBT) tiene el ayudar a desarrollar técnicas a quien padece este tipo de patologías mentales, a fin que ellos mismos puedan comprender sus emociones sin juzgarlas, y por ende aprendan a manejarlas, creando un ambiente positivo y de bienestar dentro de dicho aprendizaje, lo cual a largo plazo y con la constancia que amerita un tratamiento fundamentado en las emociones del ser humano con tendencias depresivas y suicidas lo ameritan, se logre un verdadero cambio comportamental, que de manera exponencial mejore su vida y la de su familia.
La terapia dialéctica conductual DBT para adolescentes implica terapia individual y entrenamiento de habilidades grupales, con el fin de que, padres y adolescentes aprenden juntos. Otros componentes incluyen consultas telefónicas (se alienta a los pacientes a llamar a sus terapeutas cuando sienten la necesidad de autolesionarse).
Terapia Dialéctica Conductual DBT
Como se dijo anteriormente la terapia dialéctica conductual DBT, es muy estructurada dado que lo que se busca con ella es desarrollar en los adolescentes habilidades que les permitan entender sus emociones sin auto juzgarse, ello consta de cinco módulos, los cuales son:
- Habilidades de concienciación reflexiva: estar presente en el momento y comprender los signos de las emociones no reguladas
- Habilidades de regulación de las emociones: hacer frente a situaciones difíciles mediante la construcción de experiencias placenteras y calmantes para protegerse de los extremos emocionales. “Especialmente con los adolescentes”
- Habilidades de efectividad interpersonal: el objetivo es enseñarles a los adolescentes a interactuar de manera más efectiva con los demás y permitirles sentirse más apoyados por los demás
- Habilidades de tolerancia a la angustia: “Es ser capaz de reconocer los deseos de hacer cosas que serían catastróficas, tales como lastimarse a sí mismos o tratar de suicidarse” y controlarlas conscientemente
- Habilidad para hacer concesiones: los niños y los padres aprenden cómo validarse unos a otros, cómo comprometerse y negociar, y cómo ver el lado de la otra persona
La terapia dialéctica conductual DBT también ha demostrado ser eficaz en el tratamiento de la inestabilidad emocional y los síntomas conductuales severos (autolesiones e ideas o intentos de suicidio) que se observan en adolescentes con otros diagnósticos, que incluyen: abuso de drogas, trastornos de la alimentación, depresión, trastorno bipolar, trastornos de conducta disruptiva, TDAH y ansiedad entre otros