
Trastorno por Abstinencia
El síndrome de abstinencia del tabaco afecta al 85% de los fumadores que deciden dejar de fumar. La mayoría de los signos y síntomas del Síndrome de Abstinencia al Tabaco (SAT) aparecen entre los primeros 7 y 30 días y se incrementa entre el primer y cuarto día para posteriormente decrecer.
Quien está atravesando por un proceso de síndrome de abstinencia por poner freno de mano al consumo de cualquier sustancia (la mayoría de sustancia), puede experimentar deseo irrefrenable de volver a consumir la sustancia, irritabilidad, cambios en el carácter o dificultad para concentrarse.
¿Qué es el síndrome de abstinencia?
El síndrome de abstinencia supone una serie de reacciones, física, mentales y emocionales en personas que durante un periodo prolongando han abusado de alguna sustancia que genera dependencia, y de manera súbita dejan su consumo.
También puede aparecer si el adicto disminuye la cantidad de sustancia que solía consumir.
Ello puede generarse con cualquier tipo de sustancia que produzca dependencia.
La sintomatología y su intensidad está directamente ligada al tipo de sustancia, la cantidad y el tiempo de consumo, también es directamente proporcional a la dependencia y adicción que se tenga, podría decirse que es una enfermedad común, la cual requiere tratamiento, dado que puede decantar en problemas serios de salud.
Podría decirse que la nicotina es una de las sustancias que lamentablemente genera más dependencia (se habla de lamentable por los estragos catastróficos que refieren quienes han abusado de ella, los cuales casi que son irreversibles para una cantidad significativa de órganos del cuerpo humano, que se ven afectados dado su consumo).
El síndrome de abstinencia del tabaco afecta al 85% de los fumadores que deciden dejar de fumar. La mayoría de los signos y síntomas del Síndrome de Abstinencia al Tabaco (SAT) aparecen entre los primeros 7 y 30 días y se incrementa entre el primer y cuarto día para posteriormente decrecer.
Generalmente se superan por sí solos con una gran fuerza de voluntad, pero con el paso del tiempo la salud se ve afectada por los daños que dejo su paso en el organismo.
¿Qué síntomas presenta el Síndrome de Abstinencia?
Los síntomas refieren por sí solos la sustancia a la que el paciente es adicto, dado que ellos se derivan de la sustancia de la cual se ha abusado, aunado a ello las características personales del paciente, pero es claro que, en términos generales quien está atravesando por un proceso de síndrome de abstinencia por poner freno de mano al consumo de cualquier sustancia (la mayoría de sustancia), puede experimentar deseo irrefrenable de volver a consumir la sustancia, irritabilidad, cambios en el carácter o dificultad para concentrarse.
¿Por qué se produce el síndrome de abstinencia?
El organismo se reinicia o se adapta a los componentes adictivos de la sustancia consumida por el paciente, creándole en el cerebro y en el sistema nervioso una fuerte necesidad de consumo, puesto que, estos últimos creen que no funcionaran sin la dosis habitual, creando una irremediable dependencia a la sustancia. Generando un cambio de estructural en el cerebro.
A grandes rasgos las sustancias que producen adicción como las drogas (marihuana, cocaína o cualquier otra), el alcohol, la comida (azúcar y harinas principalmente) o el tabaco, son sustancias psicoactivas, las cuales una vez dentro del cuerpo humano actúan en el cerebro transmitiendo la información de unas neuronas a otras y desencadenando la respuesta de los centros cerebrales de la recompensa, la satisfacción o el placer. Es por esta razón que quienes padecen este tipo de adicciones lo hacen a fin de sentirse “bien” de hecho se observa que son utilizadas para sobre llevar momentos difíciles.
Una vez se inicia el camino de las adicciones se evidencia un fenómeno reconocido o llamado; tolerancia, el cual activa en el cerebro la disminución de su capacidad natural de que los neurotransmisores sean capaces de producir sensación de bienestar, por lo que cada vez hacen falta dosis mayores para lograr el mismo efecto y sentirse bien. Y es en este momento donde se hace imperante el consumo de la sustancia a la cual se desarrolló una adicción a fin de evitar sufrir ansiedad, temblores, sudores, mareos, alucinaciones, vómitos, problemas para dormir y otros síntomas que conforman el síndrome de abstinencia.
Como ya se dijo anteriormente, el síndrome de abstinencia refleja síntomas en armonía a la sustancia de la cual se generó adicción, el tiempo que se lleve consumiéndola y el estado corpóreo del paciente
Síntomas del síndrome de abstinencia
Alcohol
En bebedores moderados, el síndrome de abstinencia empieza entre 12 y 24 horas después de haber dejado de beber, y puede provocar síntomas como temblores, debilidad, escalofríos, dolor de cabeza, deshidratación y náuseas.
En bebedores intensos, además de los anteriores, puede aparecer entre 2 y 10 días después otro síntoma más grave, llamado delirium tremens: en principio se muestran ansiosos y desorientados, con pesadillas, sudoración excesiva y depresión profunda. Puede aparecer fiebre, taquicardias, convulsiones y alucinaciones.
Si la persona padece además déficit de vitaminas puede haber pérdidas de memoria y encefalopatía de Wernicke, en el que hay movimientos anormales de los ojos y las extremidades, confusión y cambios de carácter.
Nicotina
El síndrome de abstinencia del tabaco será más fuerte cuanto más tiempo lleve una persona fumando y más fume al día. Los síntomas más comunes son el deseo irrefrenable de volver a fumar, tensión, dolor de cabeza, irritabilidad, somnolencia o insomnio y un aumento del apetito y del peso.
Cannabis
La marihuana es una de las drogas más consumidas del mundo, especialmente entre adolescentes y gente joven. Sus efectos incluyen la alteración de la percepción sensorial (se pueden percibir los colores más brillantes), alteración en la percepción del tiempo, cambios en el estado de ánimo, debilitamiento de la memoria y, si se consume en grandes dosis, alucinaciones, delirios y psicosis.
A largo plazo, interrumpir el consumo de marihuana puede producir síntomas como irritabilidad, ansiedad, somnolencia, pérdida del apetito y deseo irrefrenable de volver a consumirla.
Narcóticos
Morfina, opio, heroína, codeína o oxicodona son algunas de las sustancias que entran en este grupo y que actúan deprimiendo el sistema nervioso (igual que hace el alcohol). En dosis pequeñas generan euforia, pero cuando son altas relajan la actividad del cerebro, produciendo aturdimiento y letargo.
Los primeros síntomas de la abstinencia son la respiración agitada, lagrimeo, flujo nasal y sudoración. Luego aparece la hiperactividad, un sentido de alerta exagerado, aceleración del ritmo cardíaco, piel de gallina y fiebre. También pueden dilatarse las pupilas, producirse temblores, escalofríos, dolor muscular, dolor abdominal y diarrea.
Anfetaminas
Las anfetaminas tienen un uso bajo control médico como medicamento para adelgazar, y otro descontrolado como sustancia que ayuda a mantenerse despierto durante más horas de lo normal, ya sea para trabajar, para estudiar o con fines lúdicos. La metanfetamina, el MDMA o el éxtasis entran en el mismo grupo y también han alcanzado una amplia difusión como sustancias ilegales.
Al interrumpirse el consumo se produce un cansancio y somnolencia extremas, aunque algunas personas también se vuelven extremadamente ansiosas. Puede incrementarse la sensación de depresión si está ya existía anteriormente, hasta el punto de aparecer tendencias suicidas.
Cocaína
La cocaína es otro estimulante del sistema nervioso muy potente. La tolerancia se desarrolla rápidamente, lo que produce adicción y necesidad de ir aumentando la dosis.
Los síntomas de la abstinencia incluyen un cansancio extremo, depresión e ideas suicidas y alucinaciones.
¿Cuándo es el momento de buscar ayuda?
Si se habla de adicciones estamos hablando de una enfermedad como tal, dado que por su naturaleza incluye síntomas; físicos, mentales, emocionales, psicológicos y por supuesto puede llegar a desarrollar enfermedades de base, a causa de sus nefastas consecuencias o a manera de secuelas o efecto adverso.
Es claro que para salir de la adicción el paciente debe referir el deseo de dejar el consumo o de ponerle fin si se quiere llamar de esa forma, pero a su vez es evidente que se requiere de ayuda profesional dado que, puede ser necesaria la intervención de un profesional que prescriba un tratamiento pautado y un acompañamiento a fin de lograr el éxito y no terminar empeorando la situación.
El tratamiento para el Síndrome de abstinencia está indicado para que el paciente deje de consumir estas sustancias y recupere la normalidad y el bienestar sin necesidad de consumirlas. Se basa en la terapia psicológica y la ayuda de fármacos.
El tratamiento que reciba cada paciente dependerá de cada caso en particular, pero normalmente está compuesto así:
- Medicamentos: La utilización de medicamentos puede ayudar a paliar los efectos físicos del síndrome de abstinencia como los mareos, la ansiedad, los vómitos, la fiebre o el insomnio. En algunos casos, el síndrome de abstinencia conlleva fuertes depresiones e incluso tendencias suicidas, por lo que puede requerir hospitalización
2. Psicología: a fin de evitar una recaída, se debe realizar un trabajo terapéutico que ayude al paciente a entender por qué empezó a consumir, qué sentimientos asocia con su adicción y qué situaciones podrían llevarle a volver a consumir de nuevo, y así ayudarlo a desarrollar estrategias para evitarlo.
3. La familia y la sociedad: el apoyo familiar; dado que se debe tratar como una enfermedad y en el ámbito socio cultural, se debe evitar entornos y ambientes donde se favorezca o justifique el consumo de sustancias problemáticas. Ello es espacios donde se tiene como absolutamente “normal” el consumo de cualquier adicción.
¿Se puede prevenir?
La acción de las sustancias adictivas en el organismo es inevitable, así que la única forma de prevención es no consumir sustancias que pueden provocar adicción.