El VIH Sida y La Salud Mental
El texto aborda la relación entre la salud mental y el VIH, destacando que la depresión es una de las afecciones más comunes en personas con VIH. Se enfatiza en la importancia de mantener una buena salud mental para un funcionamiento cotidiano eficiente. Se menciona el rol del DSM en el diagnóstico de trastornos mentales. Se diferencia entre tener una mente sana y padecer una enfermedad mental diagnosticada. Se explica cómo el VIH puede afectar la salud mental, especialmente debido al estrés asociado. Se identifican desafíos emocionales y sociales específicos para personas con VIH. Se proporcionan señales de alerta para problemas de salud mental y se detallan acciones recomendadas para personas con VIH, como buscar apoyo emocional y profesional, adherirse al tratamiento y participar en programas de ayuda y grupos de apoyo.
Tabla de Contenido
- Salud Mental y Funcionamiento Cotidiano
- Diagnóstico de Trastornos de Salud Mental
- Diferencia entre Salud Mental y Enfermedades Mentales
- El VIH y la Salud Mental
- Aspectos Específicos para Personas con VIH
- Señales de Alerta y Acciones
- Conclusiones y Recomendaciones
Significado de la Salud Mental en Personas con VIH
Cabe señalar que, una de las afecciones de salud mental más comunes que afrontan las personas con el VIH es la depresión.
Para desarrollar los puntos relevantes en que claramente el contraer el virus del VIH/SIDA puede llegar a afectar mental, emocional y socialmente a las personas que lo padecen, se hace necesario detallar que connotaciones y alcances tiene el gozar de un estado de salud mental sano, y es que, la literatura indica que, “la salud mental hace referencia a el bienestar emocional, psicológico y social en general de una persona”, en otras palabras, podría decirse que, se debe abarcar inicialmente las condiciones que reúne una persona para ser calificada como sana mentalmente y que por ende se encuentra libre de trastornos mentales o afecciones que puedan derivar en ello.
Factores que Componen la Salud Mental
Para lo cual debe indicarse que, la salud mental integra factores tan relevantes como el bienestar en la manera de pensar, regular los sentimientos y la forma de comportarse, ahora bien, es claro que, ante alguna patología mental ya diagnosticada, necesariamente no se está de cara a un paciente sano mentalmente, puesto que son múltiples las enfermedades mentales que por sí solas afectan los tres ítems indicados, pero a su vez no toda patología mental es indicador de una mala salud mental.
Por lo que, puede decirse entonces que, quien no este sano mentalmente independientemente de la patología o trastorno que presente, parcial o permanentemente puede verse afectado en la manera de desarrollar su cotidianidad, dado que, los patrones o cambios en el pensamiento, los sentimientos o el comportamiento causan una real alteración en la capacidad del funcionamiento de una persona.
Utilización del DSM en Psicología y Psiquiatría
A continuación, estaremos enlistando los aspectos de la cotidianidad que se pueden ver afectados dado la merma en la capacidad en las personas, derivado de un trastorno de salud mental:
- Desempeñarse de manera eficiente y productiva en el trabajo o en la escuela
- Conservar y fortificar las relaciones personales y/o familiares
- Desenvolverse de manera óptima y adecuada en los diferentes entornos sociales
- Aprender y desarrollar el mismo nivel de capacidades, a un nivel conforme a el grupo etario en el que se encuentra
- Participar con naturalidad, entusiasmo y beneplácito de otras actividades importantes
Por todo lo antes indicado, es necesario detallar como es que se diagnostica o se definen los trastornos de salud mental, dado que frente a la definición de un estado óptimo que refleja una mente sana, se requiere de elementos sólidos que determinen cuando la mente de las personas transgrede los lineamientos de un estado mental eficiente, y requiere entonces de asistencia en el ámbito no solo de la salud mental, sino también integral.
Mente Sana vs. Enfermedades Mentales Diagnosticadas
Ahora bien, es necesario indicar que, para dichos diagnósticos la psicología y la psiquiatría se apoyan en El Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM, Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales) el cual es una guía publicada por la American Psychiatric Association (Asociación Estadounidense de Psiquiatría) donde se explica y detalla los signos y síntomas de múltiples afecciones de salud mental, entre los cuales se encuentran, la ansiedad, la depresión, los trastornos alimenticios, el trastorno de estrés postraumático y la esquizofrenia, entre otros.
A la luz de lo antes expuesto puede colegirse que, una persona mentalmente sana es alguien que, sin mayor dificultad puede tomar decisiones acertadas las cuales estén en la dirección correcta; ello es que le beneficien tanto a ella como a su entorno y se traduzcan en bienestar, aunado a ello poder lograr metas personales sanas que le fortifiquen como ser humano, al igual que desarrollar relaciones saludables y sobrellevar el estrés de la mejor manera posible.
En contraposición entonces a una mente sana se encuentra, la mala salud mental, de lo cual puede inferirse que las personas que padecen dicha patología independientemente de su origen tienen dificultad para manejar su forma de sentir, pensar, actuar y hacerle frente al estrés.
Cabe indicar que, una persona puede tener mala salud mental y no tener una enfermedad mental diagnosticada. Del mismo modo, es necesario resaltar que una persona con VIH/SIDA, debe cuidar desde el mismo momento en que es diagnosticado de su salud física como mental, dado que las personas que contraen el virus del VIH/SIDA tienen un alto riesgo de sufrir algunos trastornos de salud mental a causa del estrés relacionado con el hecho de tener el VIH/SIDA, puesto que ello implica un estado de salud que requiere cuidado y a su vez el tener que enfrentar las relaciones interpersonales y sociales de una manera un tanto distinta.
Estrés y sus Efectos en la Salud Mental
Dicho de otra manera, el hecho de estar contagiado con el virus del VIH/SIDA, incrementa las posibilidades de sufrir o padecer depresión, ansiedad y/o angustia entre muchos otros estados de ánimo, y si a ello se le suman factores como el estrés de tener una enfermedad o afección médica grave, como el VIH, puede afectar con mayor razón negativamente la salud mental de quienes lo padece, en lo cual se denotan aspectos tales como:
- Conflicto interno para compartir y hablar a otras personas sobre el diagnóstico del VIH
- Lidiar con el estigma y discriminación relacionados con el VIH
- Pérdida de apoyo social y aislamiento
- Dificultad para buscar los servicios de atención de salud mental
Aunado a lo antes enlistado, se indica que, quienes están infectados por el VIH, y el resto de las infecciones oportunistas afines, en algunos casos puede presentarse afecciones en el cerebro y el sistema nervioso, lo cual puede causar cambios en la forma en que la persona piensa y se comporta, cabe indicar que algunos medicamentos que se usan para tratar el VIH también podrían tener efectos secundarios que afectan la salud mental de las personas que lo padecen.
Identificación Temprana de Problemas de Salud Mental
Saber cuáles son las señales de alerta frente a un posible problema de salud mental, puede marcar significativamente la diferencia entre no dejar que se establezca y se afinque con el pasar del tiempo, y sumirse en el más profundo abismo de la desolación y posibles complicaciones derivadas todas de las afecciones de salud mental sin tratar, a continuación estaremos enlistando las alarmas que encienden los problemas de salud mental al comienzo de sus primeros avistamientos de cara al diagnóstico del VIH
- Perder el interés en actividades que se solían disfrutar
- Sentir una tristeza persistente o sensación de vacío
- Sentir ansiedad, angustia, intranquilidad o estrés
- sensación de impotencia
- negativismo
- pérdida del apetito
- desinterés por interactuar con los demás
- Tener pensamientos suicidas o de muerte
Importancia de la Atención Integral
¿Qué deben hacer las personas contagiadas con el virus del VIH de cara a un trastorno de salud mental?
- Buscar ayuda en su círculo familiar o social más cercano, ello es con quien sienta más confianza
- Acudir a su proveedor de salud y acceder de inmediato a los tratamientos para el virus del VIH, hacer el tratamiento tal cual lo indica el profesional de la salud
- Acceder a programas de ayuda en salud mental, y es que los proveedores en salud mental son los especialistas encargados de tratar los diferentes trastornos de salud mental
- Unirse a grupos de apoyo, es una estrategia de vida, dado que rodearse de personas con la misma afección puede marcar la diferencia en el proceso
- Dormir lo suficiente, comer alimentos saludables y mantenerse físicamente activo, son elementos que ayudan positivamente en el proceso
Cabe señalar que, una de las afecciones de salud mental más comunes que afrontan las personas con el VIH es la depresión, por lo que la indicación sobresaliente es buscar ayuda profesional de los proveedores de salud mental y apoyo emocional, y es que los programas que ofrecen los grupos de apoyo, efectivamente marcan la diferencia, dado que las personas entienden que no están solas en su proceso y que en conjunto se puede tener una vida plena de acuerdo a la afección que se padece y el tratamiento que se siga.
Glosario
DSM (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales): Guía publicada por la American Psychiatric Association que detalla los signos y síntomas de diversas afecciones de salud mental.
Mente Sana: Estado en el que una persona puede tomar decisiones acertadas y beneficiarse a sí misma y a su entorno, lograr metas personales y mantener relaciones saludables.
Enfermedad Mental: Condición que afecta la forma en que una persona piensa, siente y se comporta, causando una alteración en el funcionamiento.