Cómo Ayudar A Una Persona “Tóxica”
La idea es persuadir, ayudar y alentar
Las personas si pueden cambiar sus conductas y hacer de su vida algo mejor, de hecho, no pensamos ni actuamos igual a ese niño o a ese adolescente que dejamos de ser hace unos años atrás
En ocasiones la vida nos pone frente a personas que, por su manera de ser y actuar, nos pueden cargar de negativismo y mal humor, dado que su estado general es precisamente ese, y es tan pesada la energía que trasmiten que sientes que te pueden consumir al momento de compartir con ellos.
A este tipo de estado de ánimo permanente que reflejan algunas personas se les reconoce coloquialmente como “personalidades tóxicas”, una etiqueta que por estos días se escucha frecuentemente entre las personas más jóvenes, pero desde ya aclaramos que no es lo correcto, y te invitamos a que descubras porque no es la manera adecuada de calificar dicha personalidad.
Es de aclarar que, el hecho de tener un día pesado, donde nada salió bien y estar de mal humor o ¿por qué no? Pesimista y negativo no te hace una persona “tóxica” aquí la tendencia es un estado de ánimo donde la constante sea lo arriba detallado.
Hablemos entonces de los componentes que refieren dicha personalidad:
- Son personas particularmente negativas: el negativismo por lo general es una de las características más marcadas, a su modo de ver la vida todo está permeado de una vibración negativa que no les permite ver el lado positivo, normal y cotidiano del día a día, tienden también a impregnar de comentarios negativos tanto el querer como el hacer de las personas que están a su alrededor, y muy probablemente no tienen filtro al hablar, por lo que suelen herir con facilidad a quienes tienen cerca
- Suelen quejarse por absolutamente todo: es la característica por excelencia que acompaña una personalidad negativa, (así la situación en la que se encuentre dicha persona sea agradable y positiva), el manifestar todo el tiempo lo que se piensan dará como resultado una queja constante
- Mal humor constante: este punto tiene dos aristas las cuales deben tratarse con lupa, una es que, por lo general quien refleja esta personalidad no solo está mal humorada, también son personas altamente irascibles, y ello claramente pone en riesgo su integridad, dado que lo expone a constantes discusiones y ¿por qué no? Podrían llevarlo a riñas peligrosas sin sentido, y por el otro lado está quien está expuesto a este tipo de personas, el cual se puede contagiar de dicha irascibilidad o por el contrario amilanar su personalidad y convertirse en alguien sumiso, por no llevarle la contraria a el mal humorado, inhibiendo su verdadera personalidad
- La victimización: es un gran y muy delicado componente porque este tipo de personalidad busca todo el tiempo victimizarse y casi que logra afligir a los demás, obligando a todos a verlo como una víctima del sistema que lo rodea
A continuación enlistaremos algo más de los componentes de la personalidad de quienes la sociedad actual etiqueta como “personas toxicas”, los cuales por su naturaleza no serán detallado en este blog: ven mal intención en todos y en todo, albergan el mal hábito de traer y llevar cuentos distorsionados dentro del mismo círculo familiar o social, la envidia también es un rasgo de esta personalidad, suelen escudarse bajo la sinceridad para hablar sin filtro y dañar a quienes están a su alrededor, sienten que el mundo debe y gira a su alrededor, miente patológicamente, son grandes manipuladores de las emociones de los demás, no asumen ninguna responsabilidad, ellos siempre tienen la razón, siempre van por detrás y nunca juegan limpio.
Ante lo arriba detallado sería absolutamente fácil indicar que si estas de acara a una persona que posea en todo o en parte este tipo de personalidad, hullas lejos donde su mala vibra no pueda alcanzarte sería una total falacia, dado que entendemos que sería una salida un tanto adecuada si es alguien con el que simplemente te topaste un par de ocasiones y no tiene trascendencia, pero la cosa cambia cuando estamos hablando de que, esa persona es un compañero de trabajo, un familiar o un amigo de infancia o quien sea que debas estar frecuentando o alguien que sencillamente duela y de quien definitivamente no quieras alejarte y aun creas que puedes ayudar.
Lo primero aquí es tener muy claro que, por mucho que la sociedad actual las denomine “personas tóxicas “, no debes olvidar que es una equivocación etiquetar a una persona como “tóxica”, aunque sea el método general al hablar. Debes cambiar el lenguaje y enfocarte en las conductas, emociones y pensamientos. Al fin y al cabo, una persona con conductas que la dañan, emociones que la hacen sentirse mal y pensamientos que no la ayudan a cambiar, es alguien que necesita definitivamente ayuda, y muy probablemente el tratarla de tóxica terminaría dañándola más.
Al etiquetar como “tóxica” a una persona, la estas señalando. Esto puede hacer que se sienta atacada y se termine identificando con la etiqueta y por ende le sea mucho más difícil aun el cambio. Otra posibilidad es que se sienta juzgada. Si ocurre esto, se pondrá a la defensiva, lo que todavía hará casi que imposible que reconozca su problema.
Lo recomendable ante esta problemática es que con respeto y amor hagas ver las conductas negativas que caracterizan su forma de ser y cuando estén claras las conductas lo ayudes a buscar ayuda de un profesional del área de la salud mental.