Psicología Infantil: Los Traumas En La Infancia
Psicología infantil: La infancia es sin duda la etapa de la vida más decisiva que puede experimentar el ser humano a lo largo de su trayectoria, es el periodo comprendido entre el mismo momento del nacimiento hasta el comienzo de la adolescencia.
La infancia o niñez es la etapa de la vida donde el ser humano comienza a desarrollarse psicológicamente hablando, también su cuerpo cambiará de manera exponencial casi que día a día, a lo que se conoce como cambios biológicos, siendo entonces una etapa decisiva donde el hombre se desarrolla como persona en todos los ámbitos.
Cualquier conducta de abuso o de abandono lo puede vivir como una amenaza a su vida y, por tanto, afectarle traumáticamente
Como sabemos la infancia es uno de los dos períodos de la vida donde el ser humano se encuentra absolutamente indefenso y vulnerable, los primeros años de vida de las personas son totalmente dependientes de la voluntad y generosidad de quienes estén a su cargo, por lo que mediante una alimentación y cuidados adecuados el ser humano en un escenario normal alcanzara el mayor crecimiento físico que pueda experimentar a lo largo de su vida, dado que la progresión de la estructura ósea y muscular trabaja sin descanso.
Aunado a lo antes dicho, en la infancia se crean y se construyen las relaciones y vínculos con los demás seres humanos, por ello netamente es que se crean y fortalecen vínculos en la familia que por lo general están hechos de fibras indestructibles en un entorno típico familiar, los cuales perduran y se afianzan a lo largo de la vida de quienes la conforman.
Un gran porcentaje de las vivencias en la infancia son las que demarcan la personalidad, los sentimientos, el actuar y la manera de afrontar y concebir la vida, del individuo, por lo que el sufrir un evento dañoso que genere trauma emocionalmente hablando, puede marcar negativamente su vida.
Por lo antes expuesto podría decirse que el ser humano en la infancia experimenta una gran vulnerabilidad y por ende no estará más expuesto y frágil que en dicha etapa, por lo que un hecho dañoso puede genera traumas que creen secuelas el resto de la vida, y es que es innegable que la infancia marca positiva o negativamente los lineamientos de quien sobrelleva situaciones tanto constructivas como destructivas.
Alrededor de un gran porcentaje de las vivencias en la infancia son las que demarcan la personalidad, los sentimientos, el actuar y la manera de afrontar y concebir la vida, del individuo, por lo que el sufrir un evento dañoso que genere trauma emocionalmente hablando, puede marcar negativamente su vida.
Como la infancia es uno de los momentos más frágiles de la vida, no se requiere necesariamente el enfrentar circunstancias donde la vida y la integridad se encuentren expuestas para generar un trauma como si es el caso de la edad adulta.
En la infancia el solo rechazo, la falta de arraigo o de afecto, pueden generar un daño emocional, psicológico y/o social irreparable en el niño y futuro adulto, dado que, como todos los traumas, se trata de lesiones psicológicas que dañan de manera permanente el inconsciente.
Psicólogo Infantil
Los traumas de la infancia tienen matices de daño emocional fuerte y duradero, algunos tan dañosos que pueden llegar a superar la capacidad de quien los padece, generando menoscabo irreparable por el resto de la vida, la realidad de ello es que son muchos los adultos que tienen en sus personalidades marcados trazos de patrones conductuales negativos que son el resultado de traumas de su infancia, de los cuales no son conscientes, por lo cual no son tratados desde los expertos o profesionales en salud mental.
Claro es entonces que un trauma en la infancia se puede producir como reacción a una situación de amenaza o estrés
En este sentido se hace necesario e imperante indicar la importancia de tratar los traumas de la infancia, toda vez que con ello el adulto podrá desarrollar su vida de manera idónea, dado que el ser reflexivo con los propios traumas puede generar una visión distinta de la concepción de la vida, puesto que todo ello hace parte de un proceso enrutado y enmarcado por parámetros psicológicos a manos de expertos, como un psicólogo infantil.
Cabe resaltar que los traumas son subjetivos, puesto que, lo que para una persona puede resultar ser un evento traumático para otra sencillamente es irrelevante, y esto mismo sucede con los niños, para unos, algún evento puede marcarlos y dañarlos mientras que otros pueden soportar el daño, pasar la página y continuar la vida como si dicho evento nunca hubiese pasado.
Ejemplo de ello es que algunos niños vivencian el divorcio de sus padres sin mayor dificultad y logran acoplarse sin novedad alguna a su nueva realidad, pero también está el otro lado de la realidad y es que ante las circunstancias de un divorcio un significativo número de niños no logran encajar en su actual panorama de cara a todo lo que implica el que ya mamá y papá no están juntos en el mismo escenario.
Claro es entonces que un trauma en la infancia se puede producir como reacción a una situación de amenaza o estrés, y es que los niños no tienen las herramientas psicológicas que posee una persona adulta, y pueden sentirse dañados con eventos no necesariamente ruinosos, puesto que, por su condición de niños su mente aún no ha alcanzado la madurez requerida para enfrentar eventos adversos.
Psicología infantil: Eventos que pueden causar un trauma en un niño
En este contexto un menor puede resultar traumado con eventos tales como:
- Haber soportado accidente
- Ser objeto de acoso y burla escolar
- Soportar abusos o malos tratos psicológicos o físicos
- Hacer parte de una familia disfuncional
- Falta de apego con los padres
- Abandono
- Divorcio o ruptura del matrimonio de los padres
- Duelo o pérdida de un ser querido
- Situaciones de discriminación, exclusión racial, pobreza, entre otros
- Dolencias o enfermedad