Psicólogo Infantil: Los Principales Síntomas de Los Traumas Infantiles
Según el Psicólogo Infantil, los traumas en la infancia requieren identificarse y por ende tratarse preferiblemente a una edad temprana, a fin de evitar múltiples circunstancias altamente negativas que probablemente dejaran secuelas de tipo emocional en la edad adulta, dichas secuelas también pueden involucrar mentes no del todo sanas, lo que claramente decantará en serias y graves dificultades para relacionarse en casi que cualquier escenario de la vida, incluyendo el laboral.
Y es que las secuelas que dejan los traumas de la infancia, en la edad adulta se reflejan en: frialdad emocional, personas distantes, frías y poco empáticas, personas calladas, silenciosas y sin tema de conversación, otros adultos pueden desarrollar trastornos como dependencia mal sana a su pareja, a un amigo o a un familiar.
Al igual que en la edad adulta, los motivos que pueden dar lugar a traumas infantiles son muchos, pero en los niños no se detectan tan fácilmente
La falta de control emocional es otra de las secuelas altamente demarcadas, la cual afecta no solo a quien la sobre lleva, sino también a todos cuanto hacen parte de su entorno, y es que este tipo de perfiles dañosos se expresan mediante manipulaciones, quejas constantes y en general todo tipo de circunstancias que lleven al manejo de los sentimientos y las emociones de los demás.
Otras secuelas se ven reflejadas en la necesidad de aceptación y aprobación, generalmente por miedo al fracaso y al rechazo de la sociedad, por lo que podría decirse entonces que, se trata en definitiva de las consecuencias habituales de los desórdenes relacionados con el apego, la seguridad y la autoestima.
Los traumas de la infancia marcan negativamente una persona casi que el resto de su vida
Por ello entonces es que se hace imperante detectar los síntomas de trauma que puedan reflejar los menores en su día a día, en otras palabras, si se detectan y reparan estas afecciones a tiempo, muy probablemente se estará evitando la aparición de las secuelas anteriormente mencionadas.
Por ello entonces es que resulta tan importante el identificar cuanto antes la existencia de una vivencia traumática. Cabe aclarar que, detectarlas no es siempre tan sencillo como decirlo, toda vez que, los niños pueden no expresar sus verdaderas emociones, miedos y sentimientos.
Psicólogo Infantil: Síntomas de los traumas infantiles
Por lo aquí indicado es que a continuación enlistaremos los síntomas de los traumas infantiles que, como padres o persona a cargo de un menor, se debe de estar alerta a fin de identificarlo sin necesidad de esperar a una manifestación expresa del menor:
- Ataques de ira o llanto súbito e incontrolado, sin ninguna razón aparente
- Dificultad para controlar las emociones
- Sentimientos de tristeza, melancolía o depresión
- Actitud confusa, poco o nulo interés por lo que antes disfrutaba, falta de concentración y bajas notas
- Estado de ansiedad o nerviosismo, desasosiego
- Rechazo a la escuela o inhibición social, incluso de sus amigos
- Miedo y temor a casi todo, inclusive a cuestiones aparentemente inofensivas o a las que anteriormente no temía
- Cambios o alteraciones en los patrones de sueño y de alimentación
- Respuesta excesiva a los sobresaltos o a acontecimientos imprevistos
Como es apenas lógico ante un cambio de comportamiento por mínimo que sea en un ser querido, se prenden las alarmas en el sentido de estar alertas ante los posibles cambios negativos que puedan ir en detrimento del bienestar de quien hace parte de nuestro círculo más cercano, con mayor razón la alerta debe ser encendida si se trata de un menor, por que dicho trauma muy probablemente proviene de eventos fuertes que puedan estar dañando al niño, niña o adolescente.
Los traumas de la infancia marcan negativamente una persona casi que el resto de su vida, puesto que se estuvo expuesto a una situación tan fuerte y dañina que genero un determinado perjuicio, que debe tratarse a fin de subsanar lo antes indicado, y es que ninguna etapa en la vida de una persona es tan intensa, ni tan vulnerable, como la infancia.
Las vivencias de la niñez tienen un peso decisivo sobre la personalidad, la manera de sentir y la manera de actuar de un adulto. Por ello, cuando un menor sufre un trauma, este puede tener un enorme peso a lo largo de su vida.
Dicho peso o trauma debe ser tratado a manos de expertos, como un profesional de la salud mental, el cual está capacitado de manera idónea para hacer que el trauma no sea más una lesión psicológica que daña el inconsciente.